Goyas 2024 Pues han sido otra gala de los Goyas donde hemos disfrutado un montón, otra noche de reencuentros, de seguir viendo a los sospechosos habituales, de muchas conversaciones post Premios Carmen y Pre Festival de Málaga, de sobremesas con amigos de la industria...
A veces, uno no sabe bien por que, algo.. algo que no tiene ninguna explicación cuando sucede pero que solo te hace pensar y pensar de que coño, algo… algo debe de existir. A veces, ese algo, me hace muy feliz porque no se lo que es, pero si se que me cuida. Hoy ha pasado algo y doy gracias a ese algo… por lo que ha pasado.
Ruedo con rusos, si, con rusos, los conozco y luego los convierto en actores.
Hace muchos años, estaba en mi antigua oficina organizando un casting para un nuevo cortometraje que ibamos a producir, estabamos buscando actrices extranjeras, vinieron pocas pero entre las que vino, una me cambió un poco la vida, no ella, sino su acompañante, un tipo de 1.90cm muy musculoso y cabeza rapada, mirada seria y de autoridad, era Val Koff.
Los miré a los ojos y le dije, ¿no vienes al casting? contestó.. no.
Comenzamos a hablar, el en un español con el típico acento ruso, yo con un malagueño muy cerrado pero nos entendimos, hablamos el mismo idioma y no me refiero al castellano, me refiero al cine, no se aun muy bien como lo hice pero le convencí para que actuara en mi próximo cortometraje, a él, hacer de mafioso ruso le pareció bien, le dije «trato a los mafiosos rusos con mucho respeto, para mi ellos son mis protagonistas, lo vamos a narrar del punto de vista del negocio, no de la mafia»
Y eso hice, mostré una visión diferente del típico mafioso, mostré a un empresario. Un tipo que tiene unos servicios y quiere ofrecerlos, nada mas, como cualquier empresa.
Con esa rodamos Ritual y la experiencia con rodar rusos de verdad (no españoles haciendo de ruso con acento falso) y la experiencia de rodar con Val Koff y Max Glybin fue tan increíble que cambiaron la nacionalidad de muchos de los personajes que tenía escrito en mis guiones, ya solo escribía pensando en mafia rusa.
Y entonces, rodamos Natasha, quizás el cortometraje que mas se acerca a mi estilo como director, el cortometraje mas visceral que he rodado nunca donde Elena Martínez hace una de las mejores interpretaciones de mi filmografía y aproveché ese cortometraje para hacer crecer en texto y personaje a Max Glibyn
Volvimos a rodar en ruso y además incorporamos a la familia a nuevos integrantes, como el impresionante Max Leveded, Boris Klyazev o Boris Borcshuck.
Había encontrado mi estilo, había encontrado mi universo como director
Steve Jobs dijo que no se pueden unir los puntos hacia delante pero que si se pueden unir hacia atrás, hoy, mi hermano y amigo, Val Koff, por motivos ajenos está fuera del pais, lejos de nuestros rodajes, quizás este con nosotros de vuelta en Mayo, quizás este de vuelta el próximo año pero hoy esta en mi cabeza y es porque si hace muchos muchos años, no hubiera tenido la valentía de acercarme a él, si no hubiera tenido la locura de convertir a personas de la calle en actores, si no hubiera tenido la destreza de sacar lo mejor de personas que no sabían nada de interpretación, si no hubiera tenido la determinación de querer rodar un tipo de cine, diferente en estilo, género y demás cosas de la industria donde vivo, si no hubiera hecho todo eso, quizás, solo quizás.. lo que ha sucedido hoy, no hubiera pasado jamás.
¿que ha sucedido hoy? Os lo contaré mas adelante.
Quizás no haya tenido nada que ver al 100% pero seguro en una pequeña parte de ese porcentaje que se necesitan para que las cosas salgan adelante va implícito en la forma de cine que hago y eso, en parte, se lo debo a mis amigos rusos.
Hay muchas mas cosas y detalles que contar pero de momento, hoy, recuerdo ese momento, en la puerta de mi antigua oficina, mirada de complicidad con Elena, «mira que bicharraco» Ella me entiende, llevaba un par de años, después de los cortometrajes Una noche de mi vida, Mi hermano y Comienzo necesitando tipos duros de verdad en mi cine y cuando vimos a Val Koff, supimos que habíamos encontrado a nuestro protagonista.
Desde entonces hemos rodado películas, series, cortometrajes y todo lo hemos producido desde el corazón y creo que eso es lo que hace que ese «algo» entre en conexión con nosotros.
Seguiremos hablando, seguiremos rodando.
Descubre más desde Ezekiel Montes Director y Productor
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